TANTO BOGOTÁ - FERNANDO QUIROZ

Nuevamente la oportunidad de sumergirme en mi Bogotá. Bogotá es tan grande, tan misteriosa, tan diversa, tan metrópoli, tan Bogotá.

Como lo dije alguna vez, me gustan los libros que sean narrados en mi ciudad. Cuando el escritor se adentra en lo más oscuro de su relato y nombra cada calle, cada carrera, cada plaza, cada parque, lo siento como mío, porque es allí donde he tenido la oportunidad de crecer y vivir.

Sobre todo, siento los olores de mi Bogotá. He tenido la oportunidad  de estar y vivir en diferentes ciudades del país y nada huele como Bogotá. No porque su olor sea el más agradable o amigable. Si no porque Bogotá huele a ciudadano, pasa de lo sublime a lo profano en tan solo una cuadra.

Y pienso que es la idea central de lo que nos plantea Fernando Quiroz en esta recopilación de escritos: TANTO BOGOTA.  Nos lleva por un recorrido de situaciones, algunas de ellas rayan en la locura despiadada, pero que solo podrían suceder en la capital de Colombia. Del Bronx a la Calle 93, de Usaquén a Fontibón, pasando por Chapinero y Teusaquillo. El olor de una ciudad que nunca duerme, olor a bogotano, olor a mí.

Bogotá, tema tan de moda en estos días por la elección de su próximo alcalde y su consejo administrativo.  Ahora resulta que todos la aman, todos la quieren, pero me pregunto ¿Qué quieren de ella?¿Fama, poder, dinero? Muy seguramente esto y mucho mas… y mas hasta la saciedad, muchos querrán desangrarla hasta verla inconsciente y agonizante.

Por eso hay que elegir  bien, pero usted dirá ¿De dónde elegir? Yo digo, del menos peor. Hace algunos años escuchaba una conferencia y tocaban el punto de la corrupción política y de cómo robaban el presupuesto de los ciudadanos. Aquel conferencista decía algo que me quedo grabado y que puede ayudar a tomar su decisión, palabras más, palabras menos decía algo así:

“Todos los políticos roban, es algo inevitable, por el rango adquirido, por el mal uso de su autoridad, porque están más expuestos a hacerlo etc.… Lo que debemos pedirle a los políticos es que roben menos e inviertan más… Hay ciudades donde los políticos se roban el 90% y construyen con el 10%, debemos pedirles que construyan con el 90% y se roben el 10%...”

Así que lo insto a que elijamos al menos peor, hay que ser realistas. Sopese en su cabeza quien sería el menos peor y vote. Si yo pudiera hacerlo (mi trabajo como locutor el día de las elecciones no me lo permite) votaría por aquella persona que ya tuvo la opción de ser nuestro gobernante local y demostró con creces que fue el menos peor… Huevo lo es…

Espero leer este blog en 4 años y saber que mi Bogotá es mejor ciudad.